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Abuelas Vicarias

Actualizado: 11 may 2023

Anónimo


"Tu hijo a cambio del mío"


Fueron las palabras que me dijo, quien fuera mi suegra. Aún las escucho en mi mente, en aquella llamada por teléfono con ella, donde le rogaba, le suplicaba regresarme a uno de mis hijos; las oigo como un eco cuando me culpo de no haber podido aún recuperarlo. Cuando lo miro ahora se ha convertido en un mini-me de su padre. “Es que yo no puedo hacer nada”, me decía: “tú con tu bondad arréglalo”


No sé qué es lo que lleve a una madre, mujer y abuela actuar como la versión femenina de “Capone”, lo que sí sé, es que debe de venir de un lugar podrido.

Ella también es madre, mujer y es ¡la abuela!, en la que confié por muchos años: me aconsejaba y daba terapia; decía poder ayudarme a sanar con sus técnicas psicológicas tan avanzadas: con su tono de voz tan dulce, condescendiente, amable … parecía un néctar para mi mente y mi mente se enmarañó a todo lo que ella decía. Ella me pasaba el mismo consejo que le había dado su propia suegra, el que muchas mujeres habrán escuchado para no “hacerlos enojar”.

Cuando acudía a ella por que su hijo -mi esposo en aquel entonces- me hacía daño y yo en una ocasión estando embarazada, terminaba llorando, frustrada, desolada, profundamente lastimada; Ella me repetía su consejo que decía estar lleno de sabiduría para conseguir llevar la “fiesta en paz con el marido”: “agárrale el modo, mijita”.


Yo jamás pude agarrarle el modo, y jamás pude entender la sabiduría detrás del sabio consejo. Actualmente que sufro violencia vicaria, veo mucho más violencia en aquel consejo que sabiduría, pero en aquel entonces en consecuencia para ella yo era demasiado estúpida para ser esposa de su hijo que, años más tarde, “agarró” a uno de mis hijos y se lo llevó completamente engañado, con el apoyo de mis ex suegros, en especial de ella.


Ella, una mujer dedicada a la educación y a la pedagogía entre otros estudios esotéricos, veía a su propio hijo - mi ex esposo- casi como de la realeza, le daba un trato cual Enrique VIII de la serie “The Tudors”, encubriéndole todo dulcemente, como muchas abuelas que son madres mexicanas y que conscientemente atacan a quienes no se alinean con su estructura y aires de grandeza. Son hombres educados para ser intocables y poder humillar a la mujer que elijan, porque imagino que para ellas esto es “agarrarles el modo”.

Es ejercer conscientemente un tipo de control y poder sobre los propios hijos.


Hoy en día sin dar tregua ni marcha atrás, es una abuela vicaria a lado de su hijo violentador tal como Enrique VIII en pleno siglo XIX. Porque la violencia al modo de supremacía no conoce ni reconoce décadas. Esta dinámica es capaz de atacar a sus propios nietos a costa de seguir manteniendo la imagen del hijo emperador. Ella es un arquetipo de abuela/madre de un hombre manipulador, corrompiendo mi maternidad con mentiras y odio. Y yo aún no acabo de comprender: ¿Dónde está el amor en estas abuelas vicarias que ahora hacen que nosotras vivamos una maternidad llena de sus violencias? ¿Qué les motiva a empujar la guerra en contra de sus propios nietos y nietas?


Cada diez de mayo es una fecha que divide mi corazón y sé que hay muchas mujeres que están viviendo lo mismo. Muchas mujeres a las que nos han arrebatado el alma junto con nuestros hijos-hijas. Mi anhelo es que podamos vivir una maternidad libre de violencia.


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