Puede que conozcas a alguna mujer víctima de violencia doméstica y puede que no sepas si debes o no meterte, cómo ayudarla o qué hacer. Lo primero que puedes hacer es investigar, leer mucho y aprender sobre la violencia doméstica .
En esta charla de TED, Leslie Morgan narra en primera persona lo que fue estar casada con un violento y además explica muy bien las fases de la violencia o porqué es tan difícil salir de ella.
1. Demuéstrale que tú estarás ahí cuando necesite hablar con alguien, cuando se sienta mal, cuando tenga miedo, cuando se sienta agredida. Es importante que le expreses tu preocupación, que le digas que tiene valor, que tiene personas que la quieren, que no está sola.
2. Recuérdale que lo que está viviendo no es normal y demuestra tu apoyo. Hazle sentir que estás ahí para ella, que puede salir de eso, puede buscar ayuda psicológica, legal y también denunciar.
3. No la juzgues y apóyala en la forma que decida llevar la situación, pero hazle saber que tiene opciones. No te frustres al sentir que quieres sacarla de ese círculo vicioso y no se deja. Recuerda que son meses o años de sometimiento, control y agresiones; y que el miedo es poderoso. Nadie sabe más de la relación que ella y el agresor, no trates de entender porque sólo ella sabe lo que siente, piensa y le pasa. No intentes obligarla a decidir o tomar ciertas acciones, eso depende de ella. Lamentablemente no habrá nada que puedas hacer si ella no decide hacer un cambio.
4. Estar al pendiente. Cuando alguien se encuentra en una relación violenta, la violencia se acrecienta cada día y la víctima se vuelve cada vez más dependiente, tiene más miedo de hablar, de irse o de denunciar. Si por ejemplo, es tu vecina y escuchas gritos, golpes, la dejas de ver, o escuchas quejas de los niños; debes llamar a la policía. No te vuelvas cómplice. Ella debe decidir dejar esa relación y mientras eso pasa, tú puedes ayudarla, conversar con ella, acercarte y ponerte a disposición para cuando haya algún problema. También puedes buscar asesoría legal y psicológica para saber cómo actuar y ayudarla.
5. Guardar en tu casa algunos objetos importantes como copia de sus llaves, dinero, documentos, etc, crear un plan de seguridad que incluya una “palabra clave” que el abusador no reconozca y que ella pueda utilizar para pedirte ayuda. La idea es crear un espacio seguro para ella, donde se sienta en confianza y poco a poco pueda empoderarse a tomar el control de su vida.
6. Ayudar a reconstruir su autoestima y amor propio, puedes conversar con ella de sus cualidades, de sus logros, de toda la capacidad que tiene y también podrías regalarle algún libro que la ayude con eso, como el poemario El sol y sus flores de Rupi Kaur, que retrata como metáfora los procesos de las flores: enraizar, crecer, florecer, marchitarse y caer.
Lo más importante es hacerle ver que cuenta contigo, que es querida por muchas personas y que ella debe dar el primer paso para que esa situación acabe.