Por Karla Muñoz
¿Qué más tiene que pasar para que dejemos de creer que la culpa es de las víctimas?
Hoy, se confirmó la muerte de Debanhi Escobar, así como el hallazgo de 5 mujeres muertas más, en menos de 15 días de búsquedas en el estado de Nuevo León.
¿Las fiscalías están siendo rebasadas?
Pareciera que a las autoridades no les importara lo que sucede con nosotras, diario escuchamos dolosamente como es que no toman denuncias y como justifican burdamente las desapariciones. Aquellos que están ahí para protegernos a todxs, no saben o simplemente no quieren trabajar, no les interesa y eso lo han demostrado una y otra vez.
O quizás solo siguen órdenes desde arriba. Mandatos que les indican que no hagan nada al respecto. “Total solo son mujeres y en México todos los días mueren miles de personas”.
Y mientras las autoridades ignoran las denuncias y las alzas de desapariciones, la sociedad, sigue en un estado de indiferencia que parece que nada lo altera.
En menos de un mes en México, han sido asesinadas 127 mujeres y niñas. ¿Cómo se puede ser indiferente ante tanto dolor?
Y no, no hace falta decir ¿y si fuera tu hermana? Porque la realidad es que aunque no lo sea, duele porque es una niña/mujer a la que alguien le arrebato todo. Duele ser conscientes de las estadísticas, duele en el alma entender que vivimos en un país sin empatía, sin conciencia.
La revictimización es diaria, se culpa y señala a las víctimas, a las familias, a la ropa, a la hora, al lugar, pero parece que a los únicos que no se les señala es a los violadores, a los feminicidas.
Entre los comentarios que se pueden leer en diferentes plataformas digitales, vemos el reflejo de un país machista, donde solo se nos culpa a las mujeres. SÍ, en México resulta que nosotras somos las culpables de las bestialidades que nos hacen los feminicidas/violadores.
Hoy no solo nos falta Debanhi, hoy nos siguen faltando cientos (miles) de mujeres que fueron a las que le fueron arrebatadas sus vidas y a sus familias la esperanza de justicia.
Hoy nuestro país está de luto.
Hoy nuestro país se tiñe más de sangre.
Hoy es imposible no sentirnos decepcionadas, enojadas, frustradas.
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